Es impresionante ver u oír todas las semanas, las informaciones que dan sobre los cayucos o pateras que se avistan en nuestras costas. Son personas desesperadas que arriesgan sus vidas para poder salir adelante.
En sus países de origen viven en la miseria, mueren de hambre, mientras que sus políticos, reyes o jefes militares, se enriquecen. Voy a contarles una noticia que me llamó mucho la atención, fue en un programa de televisión donde dos españoles narran la experiencia vivida. Compran un pasaje para partir desde Senegal en un cayuco y así poder recoger toda la información posible sobre las condiciones en las que viajan. Llegados al país y comprados los billetes, se integran entre los demás viajeros, intentando conversar para recopilar datos de cómo han llegado hasta aqui, como compraron el billete... Todos ellos, provenientes de Nigeria, Senegal, Mauritania y demás países del Sur de África, son engañados de una manera brutal:

1º Se les cobra un pasaje de unos 1500 dolares.
2º Se les informa e incluso se les enseñan fotos, de que viajaran a bordo de un ferry.
3º Con el precio del pasaje tienen derecho a un camarote y comida.
Luego al llegar a la zona del embarque y ver en los barcos en los que viajaran, muchos quieren darse la vuelta, y son obligados a embarcar o serán asesinados allí mismo. (Palabras textuales de un pasajero).

El barco como podéis imaginar es una patera, cayuco o como se pueda calificar, de unos 18 metros, en el que las personas deben estar sentadas, sin moverse, para que así puedan meter unas 150 personas. Un toldo les sirve como techo para resguardarse del sol. Techo que a su vez sirve de trampa mortal, en caso de naufragio ya que el gran numero de personas bajo la lona, haría imposible su salida en caso de hundimiento.
La comida y agua es escasa para los seis días aproximados de navegación, sin contar que no tengan que retardar más el viaje por problemas de inclemencias meteorológicas.

Después de tres días de navegación, son sorprendidos por una patrullera mauritana, los cuales le requisan la mitad de la provisiones de agua, comida y combustible, le destrozan el toldo, abriéndoles incluso vías de agua a la embarcación y le exigen al patrón de la embarcación una cantidad de 5.000 dolares por llevar a dos pasajeros de raza blanca, y son obligados a dar la vuelta y volver al lugar de origen. Fue comentado por el resto de "pasajeros" que habían salvado sus vidas por haber sido descubiertos los dos españoles en el interior, de no ser así hubieran sido todos arrojados por las borda.
Una vez llegado a tierra africana nuevamente, se les trata como perdedores y fracasados incluso por sus propias famílias, ya que no han conseguido alcanzar la costa europea.
Como se puede permitir eso, por qué actúa de esa manera la patrullera que los intercepta, por que nadie hace nada. En cambio hace un par de meses, una embarcación de Salvamento español, quiso ayudar a un cayuco naufragado en las costas de Canarias, pues murieron varios inmigrantes en el rescate y la embarcación de salvamento fue denunciada y acusada por la muerte de esas persona. Nosotros ayudamos y somos denunciados por las muertes de un naufragio, y ellos que interceptan sus pateras y les quitan alimentos, dinero y les abren vías de agua para que se hundan, e incluso los arrojan por la borda, nadie les hace nada. ¿También tenemos que mirar a otro lado?